Por: Iram Martínez
El viento frío de octubre, la flor de cempasúchil y el pan de muerto nos anuncian la llegada de una de las festividades más importantes y maravillosas de nuestra cultura, el día de los muertos.
La capital del país se prepara para la llegada de miles de turistas con la oferta de actividades culturales gratuitas en los museos y en distintos puntos de la ciudad.
Uno de los elementos más representativos de esta festividad es la imagen de La Catrina, quién se hace presente a través del maquillaje de las personas que la eligen para salir a las calles y formar parte de las distintas actividades.
El domingo 22 de octubre fue la entrada oficial de este personaje a la capital, donde se quedará un par de semanas, su primera parada fue en avenida Paseo de la Reforma donde apareció en los rostros de las familias que se dieron cita en el desfile.
Luego de descansar un rato, la Calavera Garbancera, como inicialmente fue llamada, apareció en la tarde-noche del miércoles 25 de octubre en la tradicional noche de museos en el icónico Castillo de Chapultepec.
Una de las principales actividades de la noche de museos es dar un recorrido guiado sobre la historia del inmueble, los personajes que lo habitaron y algunos pasajes importantes de la historia de nuestro país, pero esta no fue una noche cualquiera, pues estamos a 7 días de la llegada de nuestros difuntos.
Mientras el guía hablaba, las catrinas se paseaban alrededor del contingente que atento escuchaba, algunos volteaban maravillados por los vestidos de época que portaban con una vela que les iluminaba el rostro, por su puesto, no faltaron los visitantes atrevidos que le pedían fotos y ellas accedían regalando una sonrisa.
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