Por: Iram Martínez
Este lunes 29 de enero las autoridades de la Ciudad de México detuvieron a 20 personas que intentaron desalojar un edificio de la calle Tanana y el viaducto Miguel Alemán en la Colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez.
Este hecho violento se dio después de que el 23 del mismo mes, la administración reportara la llegada del dueño “real” del inmueble, por lo que se le dijo a una de las inquilinas que en próximos días un abogado iría a hablar con los habitantes de dicho edificio.
Esta charla nunca sucedió y el 29 de enero los vecinos fueron sorprendidos por este grupo de personas que ingresaron con palos y armas de fuego a las instalaciones con la intención de amedrentar a los vecinos “todo el lunes estuvimos dentro de nuestras casas, teníamos mucho miedo” dijo una de las inquilinas.
Las personas fueron detenidas por las autoridades y llevadas a las instancias correspondientes, al tiempo que los habitantes se preparaban para continuar con su cotidianidad, la cual fue interrumpida el martes 30 de enero por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana quiénes les dieron la indicación de desalojar los departamentos.
La única explicación que las víctimas recibieron, fue que el departamento que habitaban no lo estaban rentando, pues la persona con la que habían hecho el contrato no era dueña del inmueble, por lo tanto nada de eso era válido.
Una de las afectadas compartió “nos dejaron en la calle, no nos avisaron que teníamos que salir, hubo gente que no pudo sacar sus pertenencias”. “Estamos a la deriva”. Al no tener contexto de lo que pasaba, algunos vecinos se negaron a abandonar sus casas, recibiendo como respuesta una actitud agresiva por parte de los policías.
De la noche a la mañana, estos ciudadanos se habían quedado sin casa y sin sus cosas, la solución que las autoridades propusieron fue levantar una denuncia el siguiente lunes y buscar la manera de acreditar que ellos vivían ahí de manera “legal”.
Demostrar esto no va a ser nada sencillo ya que el contrato se realizó de la siguiente manera “hice el contrato con el administrador, me dijo que el dueño casi no se presentaba porque tenía otros inmuebles y que la renta se pagaría en efectivo”.
Los habitantes de esta construcción deberán esperar a que el grupo que los agredió sea procesado y que su denuncia avance de manera favorable para recuperar sus pertenencias, ya que no tienen un interés en habitar de nuevo ese lugar por miedo a represalias o a vivir algo similar.
Esta situación más que sorprender, preocupa, pues no es el primer inmueble asegurado en la alcaldía Benito Juárez, la cuál jactan de ser la más segura de la Ciudad de México, pero a la vez cuenta con 60 inmuebles asegurados por el escándalo de la corrupción inmobiliaria.
La inquilina seguirá las indicaciones de las autoridades y esperará a que su denuncia se haga efectiva, porque, en sus propias palabras “no es posible que ahora hay que añadir un miedo más, ya no sólo estás inseguro afuera de tu casa, ahora ni siquiera tenemos garantizado el derecho a la vivienda”.
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